quinta-feira, 7 de novembro de 2013

Salvación de los ricos

1. Ningún siervo puede servir a dos señores: porque aborrecerá al uno, y amará al otro: o al uno se llegará y al otro despreciará: no podéis servir a Dios y  a las riquezas. (San Lucas, cap. XVI, v. 13.)

2. Y vino uno, y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para conseguir la vida eterna - El dijo: ¿Por qué me preguntas de bien? Sólo uno es bueno, que  es Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. - El dijo: ¿Cuáles? - Y Jesús le dijo: No matarás. No adularás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y amarás a tu prójimo como a tí mismo.

El mancebo le dice: Yo he guardado todo eso desde mi juventud, ¿qué me falta aún? - Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, vé, vende cuanto tienes, y  dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo: y ven y sígueme.

Y cuando oyó el mancebo estas palabras se fuétriste; porque tenía muchas posesíones. -Y dijo Jesús a sus discípulos: En verdad os digo, que con dificultad entrará un rico en el reino de los cielos. - Y además os digo: "Que más fácil cosa es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de los cielos" (1). (San Mateo, cap. XIX, v. de 16 a 24. - San Lucas, cap. XVIII, v. de 18 a 25. - San Marcos, capítulo X, v. de 17 a 25.)

(1) Esta figura atrevida puede parecer un poco forzada, porque no se ve la relación que existe entre un camello y una aguja. Esto proviene de que en hebreo, la misma palabra significa "cable y camello". En la traducción se le da esta última acepción; es probable que fuese la primera la que estaba en el pensamiento de Jesús: al menos es más natural.

- Allan Kardec.


Extraído del Capítulo XVI - No se puede servir a Dios y a las riquezas - de "El Evangelio según el Espiritismo" - Allan Kardec.

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